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Lentes de contacto: ¿cuáles son los tipos y cómo cuidarlos como un pro?
Introducción
Usar lentes de contacto es cómodo, práctico y estético… siempre que se usen bien. Si estás empezando o tenés dudas, esta guía es para vos.
Tipos de lentes de contacto: ¿cuál es cuál?
El mundo de los lentes de contacto es más amplio de lo que parece. Hay diferentes materiales, usos y duraciones. Entender estas diferencias te va a ayudar a elegir mejor.
Lentes blandos
Son los más populares. Están hechos de materiales flexibles que permiten que el oxígeno llegue a la córnea. Se sienten cómodos desde el primer momento y se adaptan fácilmente al ojo. Dentro de este grupo hay varias categorías:
- Diarios: se usan una sola vez y se descartan. Ideales para quienes no quieren preocuparse por la limpieza.
- Quincenales o mensuales: se usan durante 15 o 30 días, con los cuidados necesarios.
Son ideales para quienes tienen una vida activa o practican deportes, ya que se mueven menos y son menos propensos a caerse.
Lentes rígidos o gas permeables
Menos comunes, pero con algunas ventajas. Son más duraderos y ofrecen una visión más nítida en ciertos casos, como astigmatismo alto o queratocono. Tardan más en adaptarse y pueden sentirse incómodos al principio, pero duran más tiempo y pueden ser más económicos a largo plazo.
Lentes esclerales
Son más grandes que los tradicionales y cubren toda la córnea. Se usan en casos especiales (problemas corneales severos, ojos secos extremos). Requieren adaptación profesional y cuidados muy específicos.
¿Qué lente me conviene según mi estilo de vida?
No todos los lentes son para todas las personas. Algunas preguntas para orientarte:
- ¿Sos de rutina variable y te olvidás de limpiar los lentes? → Lentes diarios
- ¿Querés ahorrar en el largo plazo y no te molesta limpiarlos? → Mensuales
- ¿Tenés una condición ocular especial? → Consultá por rígidos o esclerales
- ¿Usás lentes todos los días, todo el día? → Necesitás materiales de alta permeabilidad al oxígeno
Una consulta con tu oftalmólogo es clave para encontrar el tipo ideal. El uso debe ser personalizado y supervisado.
La limpieza: lo que sí y lo que no
Mantener los lentes limpios no es negociable. Un mal cuidado puede derivar en infecciones, irritaciones y hasta problemas graves de visión.
Qué hacer:
- Lavate bien las manos antes de manipularlos (¡y secalas con toalla que no largue pelusa!)
- Usá siempre soluciones específicas para lentes (nunca agua del grifo ni saliva)
- Frotá suavemente el lente con la yema del dedo y la solución
- Cambiá el líquido del estuche todos los días
- Limpiá y secá el estuche regularmente
Qué evitar:
- Dormir con los lentes (a menos que sean aprobados para eso)
- Reutilizar el líquido viejo
- Usarlos más allá del tiempo recomendado
- Mezclar marcas de solución sin consultar
El estuche también importa
Muchos se olvidan, pero el estuche puede convertirse en una fuente de bacterias si no se limpia. Lavalo cada dos o tres días con solución y dejalo secar al aire (no con toalla). Cambialo cada 1 o 2 meses.
Errores comunes que pueden dañar tus lentes (y tus ojos)
- Usarlos más horas de las recomendadas
- Manipularlos con manos sucias
- Guardarlos en cualquier recipiente “provisorio”
- No respetar la fecha de vencimiento
- No acudir al oftalmólogo cuando algo molesta
Los ojos son delicados y cualquier incomodidad persistente debe ser evaluada.
¿Cuándo evitar los lentes de contacto?
Hay momentos en los que conviene frenar:
- Si tenés una infección ocular o conjuntivitis
- Si estás resfriado o con alergia (pueden aumentar la irritación)
- Si tus ojos están muy secos o sentís que “raspan”
- Después de nadar en piletas sin antiparras (por el cloro y los gérmenes)
En esos casos, mejor volver a los anteojos por unos días.
Mitos que no ayudan
Hay muchas creencias dando vueltas:
- «Podés perder el lente dentro del ojo» → FALSO. Puede moverse, pero no se pierde.
- «Los lentes dañan la vista» → FALSO. El mal uso daña, no el lente en sí.
- «No podés usar lentes si tenés astigmatismo» → FALSO. Hay lentes especiales para eso.
- «Cuanto más tiempo lo uso, mejor me acostumbro» → Peligroso. Respetá los tiempos.
Conclusión
Los lentes de contacto son una solución cómoda y estética, pero exigen responsabilidad. Elegir bien el tipo y seguir una rutina de cuidado es clave para mantener la salud visual. En Ópticas Montenero podemos asesorarte para que elijas los que mejor se adapten a tu vida. Porque ver bien también es cuidarte.